
“Toda percepción está pensada, todo razonamiento es también intuición y toda observación es una invención”. Rudolf Arnheim
A la hora de comunicar, ya sean datos, procesos o resultados, acompañar dicha información de imágenes o ilustraciones ayuda en gran medida a la retención de la información. Esta es la base en la que se fundamenta el Visual Thinking, una técnica para representar pensamientos e ideas por medio de dibujos, con el fin de facilitar su comprensión. Pero, ¿cómo podemos sacar el máximo partido a esta técnica? Para ayudarnos, contamos con la colaboración de Fernando de Pablo y Miren Lasa, fundadores de Dibujario, autores del libro ¡Dibújalo! y pioneros del Visual Thinking en España.
Qué es el Visual Thinking
El Visual Thinking es una herramienta que se usa para representar y manipular ideas a través del dibujo, creando conexiones por medio de mapas mentales con diferentes objetivos: entender conceptos, definir objetivos, generar ideas, etc. La primera vez que se empezó a usar el concepto como tal fue en los años 70, de la mano de Rudolf Arnheim, autor de varios libros sobre pensamiento visual.
Existen muchos estudios sobre retentiva -la capacidad de memorizar cosas - y la memoria visual, que afirman que el sentido de la vista almacena imágenes en el cerebro. Indudablemente, toda información que viene por este sentido tiene un potencial tremendo de entrada, y un gran ejemplo lo podemos ver en los contenidos que consumimos actualmente. En este aspecto, una cosa en común que comparten estos contenidos es que precisan de un nivel de atención y esfuerzo por parte del consumidor mínimo, por lo que para facilitar su comprensión, hay que trabajar en una percepción más cómoda, rápida y fácil. Y en esto es por lo que el Visual Thinking es tan eficaz.
Esta nueva forma de comunicar conceptos supone un cambio en el paradigma de la transmisión de ideas, ya que facilita la comprensión de todos aquellos procesos o proyectos más difíciles de explicar, cómo por ejemplo los vinculados al mundo de la tecnología. Esto es así gracias a la capacidad de humanización de los contenidos que tiene el dibujo, generando una gran empatía con el receptor del mensaje.
Dibujario y comunicación visual
Antes de fundar Dibujario, Fernando trabajaba como diseñador gráfico en Bankinter. Allí participó en un proyecto de innovación donde le dieron la oportunidad de usar sus conocimientos de Bellas Artes y dar con la herramienta perfecta para explicar todo el proceso de dicho proyecto en un lenguaje que todo el mundo pudiera comprender: el dibujo. Tras los resultados obtenidos, el propio Fernando vio cómo había empezado a hacer Visual Thinking sin saberlo. Años después, y con la suma de todos los aprendizajes profesionales adquiridos tanto de Fernando como diseñador, como de Miren con respecto al aterrizaje de proyectos, en 2013 nació Dibujario.
Gracias a Dibujario, ambos han podido comprobar que una de las facilidades que les ofrece el dibujo es la posibilidad de trabajar en entornos muy diferentes, siendo cada proyecto una oportunidad enorme de aprendizaje. Según su experiencia, sorprende ver cómo empresas muy tecnológicas y avanzadas utilizan este tipo de metodologías porque le ven un potencial muy grande, incluso manejando un nivel de innovación y de inversión tecnológica elevado. No se puede negar que el dibujo es una gran herramienta para concretar, explicar y aterrizar el cómo aplicar una tecnología difícil de tangibilizar, en cosas muy específicas y, además, hacerla comprensible para todos los miembros de un equipo.
Pero no sólo el sector tecnológico puede aprovechar los beneficios del Visual Thinking. En el sector de la educación, por ejemplo, también es necesario establecer puentes entre la tradición de sus metodologías y las nuevas tecnologías. La escuela está evolucionando y los profesionales se renuevan, pero la tecnología avanza muy deprisa y equiparse de herramientas que ayuden a continuar avanzando es vital, y una de ellas es el pensamiento visual.
Dibujo y pensamiento visual
Existen varios formatos dentro del Visual Thinking para ayudar a comunicar mejor. En Dibujario, por ejemplo, uno de estos formatos se basa en sesiones de innovación y de co-creación donde trabajan las ideas de las personas involucradas en un proyecto, para así plasmarlas y agruparlas en una idea común. En este formato el proceso es el auténtico protagonista y es el que ayuda a pensar y plasmar ideas con la finalidad de aprender a aterrizarlas. También hay formatos más acabados, donde la comunicación se centra en una propuesta de valor con un tipo de dibujo y una estética muy concreta.
Como podemos ver, construir algo partiendo de cero y llevarlo a imágenes tiene mucho que ver con lo que es en sí el dibujo: contar una historia que explica un concepto abstracto desde el folio en blanco.
¿Quieres conocer más a fondo qué es el Visual Thinking? Acompaña a Miren, Fernando y Gemma en este episodio del EAM podcast:
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¡Qué interesante! Yo siempre he utilizado esta técnica para estudiar, incluso antes de que se denominara de este modo. Me guiaba por las necesidades que tenía y lo que mejor me funcionaba a la hora de memorizar. Hoy en día, lo utilizo con mis alumnos y el resultado es fantástico, ya que unos «dibujitos» aportan tanto conocimiento y son tan motivadores. Es fantástico como recurso educativo. Por otro lado, estoy totalmente de acuerdo con la afirmación de que el visual thinking es muy útil y puede ser aplicable a cualquier ámbito profesional.